Me es difícil gestionar la intensidad de la energía. Últimamente me siento muy por encima de mi habitual estado parasital. No me reconozco, no sé si soy la masa que se tumba en el sofá viendo la tele o el de ahora. Es como si fuera un pedazo de una planta visto por un microscopio electrónico a n+1 aumentos. Me noto creciendo y creciendo, explotando por los lados y por arriba, crujiendo, verdeando y sintiendo.
No creo que la canción tenga razón y que mi mundo se ponga a mil y que ya nadie lo pueda parar, pero la sensación es gratificante.
Mundo de Clovis
Una vez, mi mundo fue capaz
de estar más de cien días sin girar,
sin moverse.
En esa quietud
estuvo, así,
sin avanzar.
Y sin embargo,
sé que al arrancar se puso a mil
y que ya nadie lo podrá parar,
por mucho que lo intenten, no.
No, ni aunque me mandes un misil,
ni con un rayo paralizador,
ni aunque venga una era glacial.
Dicen que el amor
te puede destrozar,
pero también puede recomponer
los trozos rotos.
Puede que esta vez
mi mundo pueda estar
dando infinitas vueltas sin parar,
y que así siga.
Porque éste es mi momento,
y tú ya no puedes hacer nada
para detenerlo.
Sé que al arrancar se puso a mil
y que ya nadie lo podrá parar,
por mucho que lo intentes, no.
No, ni aunque me mandes un misil,
ni con un rayo paralizador,
ni aunque venga una era glacial,
ni aunque veas la tierra estallar
No creo que la canción tenga razón y que mi mundo se ponga a mil y que ya nadie lo pueda parar, pero la sensación es gratificante.
Mundo de Clovis
Una vez, mi mundo fue capaz
de estar más de cien días sin girar,
sin moverse.
En esa quietud
estuvo, así,
sin avanzar.
Y sin embargo,
sé que al arrancar se puso a mil
y que ya nadie lo podrá parar,
por mucho que lo intenten, no.
No, ni aunque me mandes un misil,
ni con un rayo paralizador,
ni aunque venga una era glacial.
Dicen que el amor
te puede destrozar,
pero también puede recomponer
los trozos rotos.
Puede que esta vez
mi mundo pueda estar
dando infinitas vueltas sin parar,
y que así siga.
Porque éste es mi momento,
y tú ya no puedes hacer nada
para detenerlo.
Sé que al arrancar se puso a mil
y que ya nadie lo podrá parar,
por mucho que lo intentes, no.
No, ni aunque me mandes un misil,
ni con un rayo paralizador,
ni aunque venga una era glacial,
ni aunque veas la tierra estallar
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