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31 agosto 2007

Los supuestos MacGuffin

El término MacGuffin empleado por Hitchcock y del que no voy a analizar su significado, es una de las mejores armas de un guionista si es utilizada en su justa medida. Me explico.
Pongamos como ejemplo la que es para mi la mejor película de su director, El Diablo sobre Ruedas, en ella un conductor es atacado por un camión de forma obsesiva durante todo el metraje de la película. Esa sipnosis constituye en sí misma el gran MacGuffin. En realidad es una metáfora de la violencia, agresividad y peligros de la sociedad actual. Aunque simplemente puede que no sea ni una metáfora, sólamente una película de acción. El gran acierto de Spielberg es dejar el MacGuffin en lo que es, algo que impulsa la acción del protagonista. Ahora viene el por qué de este post, el gran error que últimamente se comete en muchos guiones que es hacer del MacGuffin el tema principal. Si Spielberg nos hubiera contado la psicología del conductor del camión para obtener una explicación sobre sus criminales intenciones, la película se hubiera convertido en un tostón de dimesiones considerables, que es precisamente lo que la gran mayoría hacen con las supuestas películas de terror para jovencitos que se hacen ahora.

De forma inversa, en Psicosis, nos interesa la psicología de Norman Bates, en eso se basa el guión, ése es el tema. Esto parte del principio de qué es lo que se quiere contar cuando se escribe un guión. Tener los elementos del mismo claramente definidos y no confundir la excusa con la esencia.

Acabo de ver Carretera al Infierno (2007) que es un claro ejemplo de esta confusión. Os la dejo aquí aunque supongo que no durará mucho. Advierto, es espeluznantemente mala.


Carretera al Infierno (2007)


27 agosto 2007

Los medios de los medios



Estoy asombrado, y creo que no peco de ingenuo, por la guerra entre las empresas de la información que ocurrió la semana pasada. Todo por ese dulce apetitoso y suculento que es la retransmisión de fútbol en las televisiones.

La guerra entre Prisa y La Sexta es una lucha no sólo por la audiencia y los derechos de sus empresas si no una pelea por el mantenimiento del territorio de izquierdas que tanto una como otra representan.
El asombro no es tanto por esta batalla, pues cuando de dinero hablamos todo es posible, lo que me llega a sorprender son los pocos escrúpulos que pueden llegar a demostrar dando noticias totalmente falsas sobre el contrincante.
Los interneteros que deambulamos de una página a otra viendo la misma noticia en diferentes medios con diferentes tratamientos estamos medianamente a salvo de las subjetividad de todas ellas. El problema y pese a que alguien me pueda llamar demagógico, es cuando una persona ajena a las nuevas tecnologías mira el telediario, noticias o como se le quiera llamar de una de estas cadenas y piense que lo que cuentan es la verdad, pero la verdad de la buena, la que nos creíamos a pies juntillas cuando nuestros padres nos decían que el ratón Pérez existía.

El precio que tenemos que pagar los países capitalistas democráticos por la libertad de expresión comprenden la venta de la noticia, y no sólo de ella, si no también del periodista, sus fuentes, y el empresario dueño del medio de información.
Desde hace un tiempo los telediarios se tendrían que llamar "opinión" siendo estrictos con su comportamiento.

Ya está, tenía ganas de decirlo.

22 agosto 2007

Ed Harris

El estupendo actor, en La Roca, demostrando su carácter, que no es muy bueno precisamente, aunque tratándose de una película de Michael Bay no le puedo reprochar nada.

Censura?



Como me pilló de vacaciones y no pude expresar el asco que me dio el secuestro de la revista El Jueves, y como lo de ser tocapelotas siempre me ha caracterizado, voy a meter un poco más el dedo en la herida monárquica para ver si revienta y dejamos pasar una institución paleolítica.

Gustavo Adolfo Bécquer y su hermano Valeriano, sufrieron un calentón, seguramente debido a su encendido romanticismo sin rematar, y publicaron un libro de ilustraciones titulado Los Borbones en Pelota. Creo que con ese título sobran más palabras.

21 agosto 2007

Jaime Rosales, el outsider



Acabo de leer la entrevista a Jaime Rosales que se hizo en El Pais, gracias a la recomendación de Julio Mazarico.

Lo que más me sorprende es lo sólido de su discurso, con ciertas incongruencias como es la crítica al subvencionismo cuando él realiza sus trabajos a través de la teta estatal.
Esta actitud de sentirse fuera de las corrientes "normales" en las que se encuentra el 99% de los cineastas de este país, le hace convertirse en un personaje rompedor e independiente.

Lo único que me rechina de su discurso es autoproclamarse hacedor de una obra de arte, la megalomanía artística sólo se lo pueden permitir auténticos genios y el no considerar la televisión como el medio en auge dentro de la ficción, supongo que se remitirá a la televisión que se hace en España.

20 agosto 2007

Los tiempos han cambiado?

Esta reflexión viene como consecuencia de algunos comentarios sobre la última película de Bourne en la que se cuestiona la forma de dirigir de Greengrass. Creo que es interesante su desarrollo.

Desde hace unos años se está usando el modo de hacer documental para implantar más verosimilitud a las historias. La cultura audiovisual cada vez es más amplia y con el tiempo los conocimientos implícitos de la obra cinematográfica, incluída la televisiva, es enorme.
Por tanto, los elementos "veritees" tales como cámara en hombro, paneos rápidos, montaje precipitado, jump cuts, etc, son cada vez más habituales en todos los productos, películas y series.
Buena parte de este estilo está basado en los videoclips que nos acostumbraron a un montaje rápido educando al cerebro a recibir muchas imágenes por segundo.

El asunto que me lleva a escribir ésto es mi duda si este estilo tipo documental es derivado de una planificación concienzuda basada en el guión, una forma de captar espectadores jóvenes habituados al bombardeo de imágenes, una manera de esconder los defectos de la obra o simplemente una incapacidad de crear autenticidad a través de un estilo clásico.
Los cuatro motivos arriba citados podrían no ser independientes y ser la unión de todos ellos la causa de esta nueva moda de puesta en escena. Los que hacemos cortos y estamos un poco metidos en este mundillo sabemos que todos los elementos "veritees" son una manera de esconder defectos, tanto de planificación, trabajos de actores novatos, falta de medios y demás excusas.

Mi duda es si ahora mismo una planificación clásica sería éxito comercial o los tiempos piden un nuevo hacer.
Me remito a esta secuencia de El Padrino II, Keaton le dice a Pacino que el matrimonio ha acabado y que abortó voluntariamente. Para mi gusto, esta secuencia no podría ser mejor, los dos actores justifican todo y no se necesitan otros recursos cinematográficos para ser sublime. El paneo rápido cuando Pacino le da la bofetada es lo que rompe la secuencia y hace que ese golpe no lo sufra Keaton, lo suframos los espectadores.

16 agosto 2007

Conceptos

Sin querer ahondar más en las diferencias entre las series yankis y las españolas, ver los blogs de El Guionista Hastiado y El Pianista, os pongo un making of de la secuencia inicial de A dos metros bajo tierra.
Más allá de la técnica empleada me interesa el proceso de desarrollo del producto a través del concepto. Lo orgánico del resultado y el que empaste tan sólidamente es por el mero hecho de saber lo que se quiere y el porqué. No basta con el factor estético, que puede ya de por sí ser merecedor del aplauso. Para que la secuencia sea, probablemente, una de las mejores de la historia, se necesita la idea intrínseca.
No me enrollo más.

Es una lata el trabajar

Aprovechando mi primer día de sufrimiento, reivindico la figura del hacedor de melodías, Luis Aguilé.
Como todos los años, uno se propone mantener sus blogs, actualizándolos de un modo decente.

Ánimo a los asalariados.