Es difícil tener tanto encanto, ser tan fotogénico. Tenía algo que pocos tienen y tendrán, su sonrisa era vida, el plano se hacía resplandeciente, se iluminaba.
Ciertamente destacaban sus ojos, su pelo canoso, pero más allá de ser buen actor o no, era una estrella, capaz de arreglar cualquier película con un sólo primer plano suyo. Era cine, lo rezumaba por todos sus poros.
Gracias por haberme hecho feliz en muchísimos momentos, sin ti mi amor al cine no sería lo que es.
Gracias Butch Cassidy.
Un poco de Elmer Bernstein para acompañar el duelo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario